No solo fue recordar; lo doloroso fue recordar en un obligado silencio. Las mujeres silentes y activas —que estaban unidas por los mismos ideales en la defensa de sus derechos y fueron siempre solidarias con sus compañeros— son las protagonistas de diversas historias que se entrecruzan en los años cuarenta del pasado siglo XX, mientras Hitler espera que Franco entre en guerra y los nazis, amparados por los franquistas, controlan puertos del Mediterráneo. Algunas voces lo relatan en El puerto invisible, donde se fusionan la historia real y la ficción.

Durante años investigué la vida de Walter Benjamin y su final y las historias que surgieron en diferentes lugares durante la guerra civil española, la postguerra y el exilio latinoamericano. Silencio de Redonda es la suma de esas experiencias, el desarraigo de los niños al separarse de los padres, para protegerlos de los bombardeos alemanes y italianos durante la guerra civil, o la tristeza de tener que dejar la tierra y exiliarse. 1999 niños de diferentes pueblos de Madrid y otras provincias fueron enviados a Valencia y recibidos por familias que los consideraron como hijos. Al finalizar la guerra, mucho de los padres habían muerto o desaparecido y los adoptaron como propios. Todas estas historias están basadas en hechos reales aunque muchos de los personajes aparecen con otros nombres. Todo exilio interior o exterior es una experiencia de profundo dolor muy difícil de superar.

Relatos. Prólogo de Antonia J. Corrales

Relatos. Cubierta César Calvo Senovilla.

Expulsada su estirpe y ella misma de un jardín que custodian otros con sus espadas flamígeras, le queda la escritura y por eso los versos de Adriana Serlik nos inducen a ver las alambradas y los muros de la vergüenza, las fronteras de la injusticia..., que han salpicado y salpican su vida, casi seguramente también la nuestra. Ojalá que con la suma de sus desconciertos y de los nuestros podamos al fin construir alguna vez un mundo más justo en el que se superen para siempre las fronteras artificiales que hasta hoy nos siguen separando y dividiendo.

Airear las palabras leucemia, linfoma o tumor sólido en cualquier parte del cuerpo no es fácil, porque todas son sinónimos de cáncer. Y el recuerdo del cáncer pasado asusta tanto como su primera mirada por el miedo, por las preguntas que bailan sin música en el alma y, sobre todo, por la incertidumbre. Imagino que es por todo eso por lo que me tembló la garganta cuando leí por primera vez el inicio de esta obra. Supe enseguida que Adriana iba a desnudarse. Fui consciente desde el primer verso de que iba dejar caer al vacío toda la ropa que había llevado puesta durante tanto tiempo, e iba a hacerlo con la mejor intención: que alguna de sus prendas sirviese de abrigo a alguien. Del Prólogo de la Dra. Sandra Díaz SIerra

39 poemas de Adriana Serlik, cubierta de Borja Abargues. Audiolibro

Poemario de Adriana Serlik (castellano)y Ana Isabel LLopis (Valenciano) con ilustraciones y cubierta de Xaro Bonilla.

26 poemas reúne los poemas escritos a mi llegada a España en octubre de 1975. Sentada en el Gijón o el Lyon voy observando la gente y la ciudad y mis mundos que chocan con esa realidad. Bilingüe Castellano valenciano. Traducción al valenciano Sico Fons. Cubierta Lluis Romero Quiles

Poemario. Prólogo de Alfons Cervera. Cubierta Lluis Romero Quiles

Poemario bilingüe (castellano-valenciano) con prólogo de Marc Granell. Traducción al valenciano de Sico Fons e Irene Verdú. Cubierta Daniel García.

Poemario dividido en dos partes: Poemas y escritos para mi Pirucho y El ojo cósmico, descubrimiento de un linfoma. Cubierta Norma Nava

Poemario. Cubierta Nelly Rivkin. Se encuentra en la Biblioteca del Instituto Cervantes de Nueva York, París, Amsterdam, Tel Aviv, Bruselas, etc.

Poemario.

Poemario con cubierta de Gustavo Fernández y grabados sueltos numerados de Carlos Aschero y Gustavo Fernández

Poemario con prólogo de Celia Paschero