Insomnios cuenta la historia de una familia de clase media. El padre tiene una pequeña empresa y una amante de la edad de sus hijas. La madre no tiene más ocupación que esperar al padre y negar la evidencia de sus infidelidades. La hija mayor es bulímica y se encierra en casa para huir de la vida. La menor bebe demasiado y se refugia en un amor imposible para no ver lo que ocurre en su casa. El padre empieza a temer con razón por el futuro de su empresa. Esa amenaza va resquebrajando el débil equilibrio familiar y saca a la luz todas las miserias. En la lucha por mantener un trabajo, un matrimonio y un cierto modelo familiar, los personajes se van destrozando a sí mismos y entre ellos. Insomnios pretende ser la crónica de toda una generación de hombres y mujeres atrapados entre el futuro y el pasado. Hombres convertidos en medianos empresarios con sueños de riqueza y ascensión social de los que sólo los bancos han sacado beneficio; mujeres sin dinero ni trabajo resignadas a mantener la unidad de su familia a cualquier precio -aunque ellas mismas hayan sido el precio-; hijos testigos y cómplices de esa maraña. (Ganador del Premio Carlos Arniches 2005).

El 21 de diciembre de 1970 a las nueve de la mañana, un hombre se presenta en la puerta de la Casa Blanca solicitando ser recibido por el presidente. Viste de forma estrafalaria y lleva días sin dormir. Contra todo pronóstico, el individuo es recibido por el presidente a las doce y media. En esa decisión, influyó, por supuesto, que el hombre fuera Elvis Presley. Pero, sobre todo, que el laberinto en que se había convertido la guerra de Vietnam tuviera al presidente contra las cuerdas. Durante el encuentro, Nixon nombró a Elvis Agente Federal Antidrogas. En los años que siguieron, la cordura de ambos se puso en duda. Poco más se supo de dicho encuentro. Ahora, a través del ayudante más cercano de Nixon y la cinta en que se grabó ese encuentro, sabremos todo lo que ocurrió: la huida hacia delante de Nixon, la ingenuidad de Elvis y la venganza final del presidente. (OBRA GANADORA DEL CERTAMEN DE TEATRO JESÚS CAMPOS)

Fernando Mansilla (Barcelona, 1956 - Sevilla, 2019) fue un dramaturgo, actor y poeta que se movió fundamentalmente en la escena independiente sevillana. Fernando fue testigo y cronista de lo que iba pasando por las calles de la que se convirtió en su ciudad: desde los estragos de la heroína hasta la tabula rasa del 92 y la gentrificación de la segunda década del XXI. Era poeta y dramaturgo, novelista y rapsoda, músico y paseante, personaje y persona. En este volumen, aeditado y prlogado por David Montero, se reúne una muestra significativa de su teatro.

Desde que, en 1981, Fernando Mansilla (Barcelona, 1965) llegó a Sevilla en busca de buen tiempo y mejor hachís, el autor comenzó a formar parte de grupos de teatro como actor y músico, y empezó a escribir sus propias obras y poemas, dejando un poso muy hondo en el ambiente cultural sevillano y recibiendo premios como el Hermanos Machado en 1985 y el del Festival de Otoño de Salas de Teatro Alternativo de Madrid. Sus poesías, musicadas en su grupo Mansilla y Los Espías, también cobran importancia en esta recopilación de su obra, de la mano del actor y escritor David Montero, amigo de Fernando, que con gran cariño nos muestra sus obras inéditas y descubre a este gran artista para los que aún no lo conocían. «Fernando era (y sigue costando poner este pretérito) un epicúreo y un sabio, que estaba más allá de los egos y las ambiciones que contaminan los mundos que habitamos. Deja un rastro enorme de cariño, amistad y respeto. Y es que uno no elige a sus contemporáneos, pero si pudiera hacerlo, poca de la gente que lo conoció no lo habría elegido». —David Montero.