Ha salido a la luz la primera biografía en el ámbito editorial mundial de Javier Marías, considerado el mejor escritor español de su generación y muy merecido candidato al Premio Nobel. Escrita por Manuel Adolfo Martínez Pujalte, y editada por Diego Marín, esta biografía sigue la autoexigente línea de calidad trazada por magistrales cultivadores del género como H. Lottmann (Camus) o J. Stape (Conrad). El autor, que tuvo el honor de conocer personalmente a muchas de las prominentes figuras vinculadas a su biografiado, de forma directa: V. Aleixandre, J. Guillén, L. Rosales, R. Chacel, J. L. Borges, O. Paz, P. Garagorri, F. de Azúa, A. Pérez-Reverte, F. Savater, C. J. Cela, F. Umbral, y E. Querejeta, y de forma indirecta, entre otras: J. Benet, L. A. de Villena, V. Molina Foix y E. Trías, nos ofrece, con un evidente guiño en el subtítulo a Laurence Sterne, las claves para acceder al complejo y peculiar universo vital y literario del escritor madrileño, con quien departió también en varias ocasiones. Esta biografía supone la culminación de un compromiso de entusiasta fidelidad y seguimiento por parte de su autor hacia el conjunto de la obra de Marías. En su minuciosa labor investigadora ha indagado, además de en sus quehaceres profesionales como novelista, traductor, antólogo, editor, articulista y profesor ocasional, en el ámbito de sus relaciones sentimentales y amistades, así como en el de sus aficiones como coleccionista, sin eludir sus manías. Los desconsolados seguidores del autor de Mañana en la batalla piensa en mí se sentirán menos huérfanos con la lectura de esta documentada obra en cuyas más de 600 páginas nos aproxima a sus antecedentes familiares, su infancia, transcurrida en Madrid con intermitentes estancias en EE UU, su vida escolar en el muy liberal Colegio Estudio, su paso por la Universidad en la época de la contestación estudiantil a la dictadura franquista, su alocada fuga a París, su precoz comienzo como novelista, su estancia docente en Oxford, su devoción por Aleixandre y Benet, su fascinación por el mundo del espionaje, su itinerario sentimental no exento de zozobras y sinsabores durante algunos tramos, sus sonados contenciosos con J. Herralde y E. Querejeta e hija, su consagración internacional como escritor multipremiado, su encuentro con Woody Allen, su trayectoria de polémico columnista, su ingreso en la RAE, su boda con Carme López Mercader, y finalmente su muerte cuando le faltaban pocos días para cumplir 71 años y estaba en plena apoteosis de su fama.