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Publicamos el contenido de la nota emitida por ACE ante la celebración de una Jornada Parlamentaria sobre Inteligencia Artificial en el Congreso de los Diputados, organizada desde una exclusiva óptica económica y sin contar con la voz de los autores y autoras ni valorar sus consecuencias en otros ámbitos esenciales de la vida cultural y ciudadana, y en la propia creatividad humana.
En el día de ayer, en ACE tuvimos conocimiento de la celebración en la sede del Congreso de los Diputados de una Jornada Parlamentaria referida a la Inteligencia Artificial y su Impacto en la Economía Española en la cual únicamente se ha analizado el puro impacto económico de este nuevo software sin tener en cuenta las externalidades negativas que la tecnología produce en ámbito vitales para la estructuración de una sociedad sana como: capacidad de atención y pensamiento crítico (educación), contaminación, derechos de autor y propiedad intelectual , desinformación, derechos relativos a la privacidad, ámbitos impositivos (tasa Google o impuestos a las grandes tecnológicas), problemas de competencia en el mercado, etc.
La Asociación Colegial de Escritores, junto con otras organizaciones autorales y entidades de gestión de derechos, en sintonía con el Consejo Europeo de Escritores-EWC (que reúne a más de 50 asociaciones de 34 países de Europa) viene participando en diversas reuniones con los ministerios de Cultura y Deporte y de Transformación Digital demandando garantías de cumplimiento de la Ley de Propiedad Intelectual en todos sus extremos en el diseño del modelo de IA en castellano (pieza estructural de la Marca España) y en las lenguas cooficiales del Estado, tanto en los procesos de entrenamiento como, en su caso, comercialización y desarrollo, de la llamada Inteligencia Artificial Generativa.
Sin embargo, consideramos que unas Jornadas Parlamentarias en las que han tenido un papel relevante grandes compañías del ámbito digital —algunas de las cuales, como vienen denunciando asociaciones de autores de Europa y de países como Estados Unidos, Reino Unido o Australia, han actuado en los últimos años con total opacidad en el uso de contenidos sujetos a derechos de autor, sin autorización de los creadores y sin transparencia en el entrenamiento de sus modelos— no contribuyen a una reflexión integral y rigurosa. Ese papel contrasta con la ausencia de organizaciones autorales en la Jornada, lo que supone un grave error y revela una preocupante falta de voluntad política para abordar un problema estructural en la implementación de la IA.
Una vez más, la Asociación Colegial de Escritores se ve obligada a llamar la atención sobre la necesidad de realizar análisis completos e inclusivos en los debates que, desde las instituciones, se están llevando a cabo con relación a la mal llamada Inteligencia Artificial y sus externalidades, máxime si se llevan a cabo en la sede de la soberanía popular, y sobre la necesidad de poner el foco no sólo en los beneficios empresariales, sino en el impacto social, cultual, educativo y ambiental de una tecnología cuya regulación se hace cada vez más urgente.
El triple concepto, acuñado por EWC, que venimos planteando en todas las mesas (autorización de los autores, remuneración y transparencia en los usos y finalidades) sobre el uso masivo de contenidos sujetos a derechos de autor no puede estar ausente del debate público de un software que ya está afectando al corazón de la creación literaria, a escritores y traductores de manera muy especial.
Descargar Convocatoria de la Jornada Parlamentaria.