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Nicolás del Hierro, un poeta a no olvidar

por ACESCRITORES

El poeta Nicolás del Hierro (Piedrabuena, 1934-2017), uno de los escritores más reconocidos de Castilla-La Mancha, falleció el pasado día 14 de enero en Madrid a los 82 años de edad. Según diversas informaciones de amigos del poeta, el escritor castellanomanchego ha muerto tras haberse enfrentado durante meses a una larga enfermedad, lo que no le ha impedido en todo este tiempo seguir escribiendo y publicando nuevos libros. Del Hierro, que residía en Madrid, era uno de los escritores más respetados de la región y contaba con un largo currículum literario como poeta, narrador, conferenciante y crítico.
Hace tan sólo unas semanas el poeta aseguraba, en una entrevista a una agencia de ámbito nacional, estar muy ilusionado por ver cómo un nuevo libro suyo llegaba a las manos de sus lectores. Lo hacía a raíz de que la editorial Lastura ediciones tuviera previsto presentar, a finales de este mes, su último libro publicado Nota quisiera ser de cuanto sueño.

El pasado mes de mayo, Del Hierro presentaba el poemario Esta luz que me habita, publicado por la Biblioteca de Autores Manchegos (BAM), que hacía el número diecinueve de sus libros de poesía, y que según sus editores «constituía un buen ejemplo ético y estético de su quehacer literario» en el que el autor buscaba «los cimientos de su propia escritura y las razones de la condición humana». Gran animador poético en su Comunidad de origen, a lo largo de muchos años coordinó el aula de poesía en la Casa de Castilla-La Mancha en Madrid.

Colaborador habitual en distintos medios de comunicación y revistas especializadas, Del Hierro logró el reconocimiento en Latinoamérica, donde llegó a publicar alguno de sus poemarios. Poseedor de numerosos premios, algunos le han llegado en los últimos años cuando fue nombrado socio de honor de la Biblioteca de Castilla-La Mancha y cuando en su pueblo natal, Piedrabuena, sus vecinos decidieron rendirle un sentido homenaje poniendo una placa en la casa en la que nació para recordar cómo sus versos cantaron a su tierra y a la hondura de sus gentes.

Hoy, como en aquel entonces, han explicado desde la Asociación de Amigos de Piedrabuena, las calles del pueblo «conservarán la memoria de su poeta» y cómo éste decidió entregar su palabra «a su paisaje, a sus sierras, a su luz y su cal, a su río y a sus gentes». Nicolás del Hierro, recuerdan sus amigos, siempre se mostró orgulloso de haber nacido en Piedrabuena, cuyo ayuntamiento, en 1997, decidió crear un premio que llevaba su nombre para galardonar un libro de versos, algo que el poeta siempre recordaba como el mayor homenaje que había recibido nunca.

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