Desgarros, luchas y esperanzas supone una llamada de atención para cambiar el mundo, un alegato en defensa de los derechos sociales y la dignidad humana. A través de los relatos contenidos en el libro, Julio Ugena nos anima a abrir los ojos y despertar; a abandonar el individualismo, la meritocracia, el yo y el deseo poseer; a unirnos a la lucha contra la injusticia y la desigualdad. «Cuando te convencen de que nada se puede cambiar, nada podrás cambiar; cuando la indiferencia se apodera de tu ser y miras para otro lado ante las injusticias, estas salen reforzadas. Tanta responsabilidad tiene el corrupto, el ladrón o el abusador como el indiferente. No esperes que otros se queden solos en la defensa de tus derechos y de tu libertad. Únete a ellos, todavía hay mucho que hacer. Unos pocos brazos son pocos, pero si unes los tuyos la sociedad puede cambiar y una vida mejor nos espera».

En un recorrido temporal de aproximadamente 115 años, el autor basándose en hechos reales y también planteando una distopía, nos presenta los cambios habidos en nuestra sociedad, que van desde una mejora en derechos y libertades hasta ver como se llega a una pérdida de los mismos y le brinda al lector la oportunidad de situarse y de contestar a la pregunta que plasma en el título: “¿Quieres seguir en el pasado o avanzar hacia el futuro?” Manuel, a pesar de los momentos duros en los que le toca vivir, mantiene siempre la esperanza y cree en la utopía.

En una sociedad injusta, mirar para otro lado nunca puede ser una opción decente. Este poemario mira de frente lo que ocurre en la sociedad: migraciones, hambre, trabajo sin derechos, accidentes laborales, machismo, guerras, refugiados… No se conforma con mirar lo que pasa alrededor, sino que toma partido por los más desfavorecidos, los humillados, los explotados, la igualdad de la mujer y el hombre; contra los proxenetas y los que, con unas cuantas monedas, se aprovechan del cuerpo de otra persona; las fosas marítimas donde se entierran, sin funeral, a muchos seres humanos… En No ganarás el pan con el sudor del de enfrente encontraréis ideología. Está escrito desde una percepción de lo que debería ser esta sociedad. Está escrito desde los sueños, desde la utopía, pero no se queda ahí, ya que persigue esos sueños de igualdad, de libertad, de amor al resto de la humanidad, priorizando a los más oprimidos, a los «últimos». Es un canto a la participación, al compromiso, a la entrega y en contra de la apatía. Mira de frente a las injusticias, para tener conciencia de ellas, para plantear otra forma de vivir, de compartir, de luchar…, por todos los habitantes de este planeta. Pide a gritos que te comprometas.